Deuteronomio 18:10-12
10 Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; 11 ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. 12 Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones.
...Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del aborto?"
Respuesta: La Biblia nunca menciona específicamente el problema del aborto. Sin embargo, hay numerosas enseñanzas en la Escritura que hacen totalmente claro la visión de Dios sobre el aborto. Jeremías 1:5 (5 «Antes de formarte en el vientre,
ya te había elegido;
antes de que nacieras,
ya te había apartado;te había nombrado profeta para las naciones.») nos dice que Dios nos conoce antes de formarnos en el vientre materno. El Salmo 139:13-16 (13 Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas,
y esto lo sé muy bien!
15 Mis huesos no te fueron desconocidos
cuando en lo más recóndito era yo formado,
cuando en lo más profundo de la tierra
era yo entretejido.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:
todo estaba ya escrito en tu libro;
todos mis días se estaban diseñando,aunque no existía uno solo de ellos.) nos habla del papel activo de Dios en nuestra creación y formación en la matriz. Éxodo 21:22-25 (26 y dijo: «Hagamos al ser humano
a nuestra imagen y semejanza.
Que tenga dominio sobre los peces del mar,
y sobre las aves del cielo;
sobre los animales domésticos,
sobre los animales salvajes,*
y sobre todos los reptiles
que se arrastran por el suelo.»
27 Y Dios creó al ser humano a su imagen;
lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó,) prescribe el mismo castigo para alguien que cause la muerte de un bebé en el útero que para alguien que cometa un asesinato. Esto indica claramente que Dios considera a un bebé en la matriz del mismo modo que lo hace con un ser humano plenamente desarrollado como adulto. Para el cristiano, el aborto no es un asunto de elección de los derechos de la mujer. Es un asunto de la vida o la muerte de un ser humano hecho a la imagen de Dios. (Génesis 1:26-27; 9:6).
El primer argumento que se levanta siempre contra la posición cristiana sobre el aborto es, “¿Qué sucede en los casos de violación y/o incesto?” Tan horrendo como sería el quedar embarazada como resultado de una violación y/o incesto, ¿es el hacer asesinar a un bebé la respuesta? Dos errores no hacen un acierto. El niño que llega a ser el resultado de violación y/o incesto puede ser dado en adopción a una amorosa familia que no haya podido tener hijos propios – o el niño puede ser criado por su madre. Nuevamente, el bebé no debe ser castigado por los actos malvados de su padre.
El segundo argumento que usualmente se levanta contra la posición cristiana sobre el aborto es, “¿Y qué sucede cuando la vida de la madre está en riesgo?” Honestamente, esta es la pregunta más difícil de responder en el tema del aborto. Primero, recordemos que esta situación es la razón tras menos de una décima del uno por ciento de los abortos hechos en el mundo actual. Hay muchísimas más mujeres que tienen abortos porque no quieren “arruinar sus cuerpos” que mujeres que tienen un aborto para salvar sus propias vidas. Segundo, recordemos que Dios es un Dios de milagros. Él puede preservar la vida de una madre y su bebé, a pesar de que todos los pronósticos médicos estén en su contra. Aunque finalmente, esta pregunta solo puede ser decidida entre el esposo, la esposa y Dios. Cualquier pareja que enfrente esta extremadamente difícil situación deberá orar al Señor por sabiduría (Santiago 1:5) para saber lo que Él quiere que hagan.
En el 99% de los abortos ejecutados en el mundo actual, la razón es “control natal retroactivo.” Una mujer y/o su pareja deciden que no quieren al bebe que han concebido. Así que deciden terminar la vida de su hijo, en vez de enfrentarse con la responsabilidad. Esta es una maldad extrema. Aún en el 1% de las situaciones más difíciles, el aborto nunca debe ser la primera opción. La vida de un ser humano en la matriz vale cualquier esfuerzo que le permita llegar al término de su proceso de nacimiento.
Para aquellos responsables de un aborto – el pecado del aborto no es menos perdonable que cualquier otro pecado. A través de la fe en Jesucristo, cualquier y todos los pecados pueden ser perdonados (Juan 3:16; Romanos 8:1; Colosenses 1:14). Una mujer que ha tenido un aborto, o un hombre que ha animado al aborto, o aún un doctor que ha ejecutado uno – todos pueden ser perdonados por la fe en Cristo Jesús.
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